En la fina vertiente de latidos
van ardientes los sueños del destino
elevado en el templo más divino
con incienso que roza mis sentidos.
Infinito que llamas los pedidos.
¿Acaso en ese cosmos alucino?
¿El iris de mi noche es el camino?
Tiempos de amor que siempre van fundidos.
Se puede divagar en las estrellas
señales percibiendo la existencia
en los pulsos vitales - cual centellas -
Los tiempos nocturnales son influencia
que elevan al amor dejando huellas
y sueñan imantarse en dulce afluencia.
y sueñan imantarse en dulce afluencia.
Esther Gladys Noriega.
Metáfora: "El iris de mi noche es el camino."
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